No me acuerdo muy bien del cuándo (aunque podría situarlo con un poco de esfuerzo y tirando de historial), pero sí muy bien del porqué; que por otro lado, suele ser el gran motivador en mi jornada laboral, es decir, «¿no hay manera de que esto lo haga otro?» o, como cuando lo expreso de viva voz para no quedar como un crápula: «¿no hay manera mejor de hacer este trabajo?».
Y la mejora, en este caso, tenía como objetivo la derrota de uno de mis enemigos más íntimos en lo que al marketing se refiere: los informes de canales, páginas o perfiles de redes sociales. Sí, esos mismos que todos los meses están en la bandeja de salida o entrada de tu correo electrónico y que tengo claro que son esa cosa con plumas que nadie quiere hacer ni leer.
Retomo la pregunta anterior: «¿no hay manera de hacer mejor este trabajo?», que fue la misma a la que me enfrenté al tener que hacer el enésimo informe para cliente sobre cómo habían funcionado las campañas de redes sociales durante ese mes, y su implicación con el resto del ecosistema digital (otras redes en orgánico, leads sobre web, aperturas de apps…). Un informe con todas las de la ley: su extracción de datos de varias fuentes; su hoja de cálculo donde ir dejando esas cifras y establecer infinitas fórmulas donde el error humano va dando pasos poco seguros por la cuerda floja; su presentación en Power Point (Keynote, en mi caso) donde transportar los datos a golpe de copiar y pegar; su espacio para las conclusiones… No sigo porque empieza a recorrerme un escalofrío por la espalda (e imagino que no seré el único).
Como digo, supongo que ese pozo de horas empleadas en las tareas menos eficientes os sonará a muchos y muchas. Consciente o inconscientemente, ya había puesto remedio a ciertos problemas a la hora de encarar esta tarea, pero había uno sobre el que no había reflexionado y -sin embargo- también necesitaba una revisión: la visualización de datos.
En mi cabeza había elementos que necesitaba: una mejor representación de los datos que una simple captura de pantalla de las estadísticas de la red social de turno. También algo más de personalización para salirme de lo que suele ser estándar.
Mi primera solución fue pensar en utilizar gráficos de esa hoja de cálculo de la que usted me habla; después, horrorizarme con su estilo visual y; más después aún, abrazar las posiblidades que me ofrecía Keynote en ese sentido (cuyos gráficos no necesitan una prueba del carbono 14 para datar cuándo fueron creados). Hasta ahí todo bien, pero mientras colocaba gráficos me daba cuenta que estaba creando algo (lo digo ya, un dashboard) que necesitaba, pero del que todavía no era consciente.
En el mercado existían, además, muchas herramientas de análisis y gestión de redes sociales que tenían implementados mecanismos para la visualización de datos que podían paliar mi carestía vital y laboral (Welov es una de ellas, claro, y que recomiendo POR LO QUE SEA), pero yo necesitaba un grado de personalización y -aquí viene lo bueno- unión con otras plataformas comentadas anteriormente (desde Google Analytics a CRM) que me llevaron a un buscador de Internet y por un principio simplísimo a darme de bruces con Google Data Studio (en estos momentos ya rebautizado como Looker Studio).
¿Y qué es Looker Studio?
Una saga con menos partes que Star Wars (de momento)
Ni más ni menos que el servicio de visualización de datos y creación de informes de la empresa californiana que va camino de soplar 6 velas (con cambio de nombre por el medio y que obedece a la compra de esa Looker que ha rebautizado la herramienta).
Looker Studio tiene tres puntos claves que me hicieron convencerme para darle una oportunidad: una variedad de fuentes de las que mostrar los datos francamente impresionante (casi 700 la última vez que miré), un equilibrio entre personalización y facilidad de uso (esto último sólo si ya habías usado alguna de las herramientas de trabajo de Google) bastante ajustado y un punto que nunca está de más: su uso era gratis y todas las fuentes de la propia empresa también lo eran; con limitaciones, claro, pero recordemos que estaba buscando una solución.
Sí, existían (y existen) Power Bi, Dataroma, Tableau, Trevor.io, Infogram y Datapad; pero esos tres puntos terminaron por conquistarme y hacerme probar las posibilidades del invento.
Invento que descubrí que arreglaba el gran peso muerto que llevan consigo los informes: su tiempo de realización. Sí, puede que se necesitaran más recursos para crear un primer modelo de dashboard en condiciones que para generar un informe a la antigua usanza, pero es algo que sólo tienes que hacer una vez. A partir de ahí: la satisfacción de poder ordenar toda la información a tu gusto, con las fuentes que necesites en una sola pantalla y con el rango temporal que quieras es algo que perdura. Y, lo mejor, descubrir que el informe mensual ya está hecho. O si quieres verlo de ese modo: que ese documento ya no existe; al menos en la forma en la que se ha hecho siempre que -¡oh sopresa!- puede que fuera la habitual, pero no por ello la más eficiente.
Y de eso hace más de 4 años, fecha que además de recordarme que la senectud es algo que ya me toca de cerca, me sirve para poder responder preguntas que me he encontrado a lo largo de mi vida laboral cuando he tratado de incorporar esta herramienta a proyectos, clientes o al trabajo interno de una agencia. Esperemos que también sirvan de ayuda y que nada se funda por el camino.
¿Para qué sirve Looker Studio?
Esta pregunta ya se ha respondido en el párrafo anterior, pero -si tuviera que resumir- diría que para unir todas las fuentes de datos que consideras interesantes para medir la eficacia de algo (posts, campañas, interacciones de los usuarios…) en redes sociales y otras herramientas digitales en un entorno visual agradable y personalizado y que pueda usarse y encontrarse en cualquier momento. No tratéis de decir esta frase en alto o os quedaréis sin aire.
¿Y si lo miramos desde el punto de vista de una empresa/negocio?
Voy al grano: va a ahorrarte mucho tiempo. Y dinero, eso también. Tus informes funcionarán como tú quieras: como algo cerrado que puedes ver en una URL que nunca variará, pero también como una herramienta de consulta en la que puedes jugar con selectores de fechas, de tipología de contenido, usar medias y otras fórmulas de cálculo de un solo vistazo.
Y eso sin profundizar en otros elementos importantes de la personalización: puedes montar las gráficas, tablas o funnels como quieras. ¿Sabes aquel dato que te pide internacional y que te lleva a tener que calcularlo a mano o pedírselo a una agencia o proveedor? Ahora imagina contar con él ya calculado y listo para poder compartir. Horas de trabajo convertidas en minutos ganados.
Pero aún queda una baza más: el tener un documento entendible (estará personalizado para que así sea) y presentable para cualquiera (Looker Studio te permite incluir incluso pequeñas explicaciones en forma de roll-over).
¿Y si lo miramos desde el punto de vista de una agencia?
A estas alturas del artículo ya sabrás que las horas invertidas en la realización de un documento así se pueden invertir en otros menesteres más importantes, pero es que aún hay más valor añadido: ese tiempo puede emplearse en un verdadero análisis. Sé de lo que hablo, porque lo he sufrido en mis propias y cetrinas carnes: dedicas tanto tiempo a la parte que debería hacer una máquina que dejas en casi nada lo más importante y aquello por lo que se te va a valorar más: tus impresiones, el expertise que se te supone.
Sí, mejora tu trabajo, pero también el de tus compañeros: ¿sabes cuándo alguien te pregunta por «cuáles fueron las reproducciones medias de tu canal de Youtube durante todo 2022» y piensas que te toca mirar informe tras informe hasta completar un tabla en excel que te han dejado ad-hoc y en tu cabeza resuena que qué bien estarías tú en el Caribe de vacaciones? Pues ahora tienes dos opciones: o tardar un minuto en encontrar, extraer y enviar ese dato o, incluso, aplicar el uso del dashboards en tus compañeros y que sean ellos quien lo consulten. ¿Recuerdas esas horas ganadas al no tener que extraer datos? Dan para formación.
Y de sobra.
Una herramienta para cualquier circunstancia
No sé si el negro combina con todo, pero puedo asegurar que Looker Studio me ha funcionado como herramienta en todo tipo de proyectos: más grandes o más pequeños, más orientados a conversiones o leads u otros que buscaban información de otro tipo. Ojo, no es la mejor herramienta para todos los casos. Datorama (por poner) me sigue pareciendo más útil para una agencia de medios con centenares de anuncios circulando, URLs generadas de manera automática y muchos datos que procesar; pero si hablamos de personalización, capacidad de unir fuentes de diferentes orígenes y sus posibilidades, la decisión está clara.
¿Cuáles son sus puntos fuertes?
Siempre disponible
Parece algo obvio (porque hablamos de una herramienta online), pero esto de tener siempre a mano toda la información necesaria para hacerte una idea de cómo están tus redes (campañas de ads de Google o sociales, web, CRM o cualquier fuente) en un clic vale mucho.
Siempre actualizado
En la misma línea: contar con acceso directo a la información y al histórico de datos en redes (un año en el caso de Welov, muy por encima de la competencia en este punto) parece ese segundo de los tres milagros que se necesitan para santificar a una persona. Piénsalo de esta manera: convertir la carpeta de informes por año y meses que tienes en tu ordenador en un sólo documento dúctil y con capacidad para darte el dato que necesitas en el momento en que lo requieres.
100% personalizable
Confieso (desde el principio he dicho que esto iba a ser muy personal). ¿O no lo he dicho? Espera que lo miro, pues no; no lo he dicho, pero estaba implícito (que no ilícito -con esto cumplo mi cuota de «ni un solo texto sin referencia a los Simpson»): creo que es mi característica favorita y donde creo que Looker Studio saca todo su potencial.
Por resumirlo: no hay dos informes iguales y así debería ser. Es decir, hay plantillas, mejores y peores visualmente, pero existe siempre la posibilidad de hacerlo todo a tu gusto. ¿Quieres ver todos los datos en una tabla comparada por meses con un línea de tendencia y que además sea clicable para que puedas comparar los datos? Puedes hacerlo. Y con poco esfuerzo.
Eso sí, conviene tener de la mano a alguien que conozca bien la herramienta, sus caminos secundarios y que ya haya sorteado las trampas que pone Google (algún cabo suelto siempre tiene que haber) para sacar el jugo a esa personalización. Pero lo que es seguro es que hay jugo, pulpa, y no se le van las vitaminas.
Fácil de comprender y accesible
Uno de los problemas que nadie asume en los informes es el ego (de unos y de otros): a veces los proveedores no somos capaces de hacer ver que puede que no todo el mundo maneje el lenguaje de redes sociales, pero que cualquiera puede entender cifras y tendencias; y esa es parte de nuestra tarea: hacerlas más asumibles y comprensibles. Y lo mismo con las conclusiones y puntos importantes: nuestro deber es hacerlas asumibles y que sirvan para algo.
Por supuesto, ese mismo problema de no querer asumir que hay cosas que no hacemos todo lo bien que nos gustaría también cae en la parte de los que contratan. No pasa nada por decir que algo no se entiende; y menos por no conocer el significado de todas las métricas. Nos pasa a todos. Y lo mejor es reconocerlo para que se puedan poner las soluciones necesarias.
¿Y cómo nos ayuda Looker Studio en eso?
Pues desde las soluciones más prosaicas: la facilidad para poder poner apoyos visuales y de texto sobre términos, gráficos o lo que sea, pero también porque todo es adaptable y no hay silos infranqueables. Una de las mejores reuniones que he tenido nunca con cliente fue para que modificaran a su gusto su informe en Looker Studio y, añado, que la mayoría de los cambios se hicieran en directo mientras se hablaba con ellas. Una fantasía de colores y conexiones de fibra que funcionan.
Compartible
Puede parecer baladí, pero es uno de los cambios mentales que provoca Looker Studio y que considero más interesantes: es una herramienta que funciona a demanda, pero también como elemento dentro de una agenda (puedes programar su envío a través de correo electrónico). Es decir, que funciona como un único elemento que se puede compartir sean cuales sean tus necesidades. Luego ya está el como quieras conservarlo: favoritos en tu navegador o metido en un equipo de Teams, pero está al alcance de cualquiera, incluso del CEO más ocupado u ocupada.
Este panegírico sobre Looker Studio no cuenta con el patrocinio de Google, así que puede que no sea la solución que estás buscando. Y de eso va el siguiente epígrafe:
¿Qué no es Looker Studio?
Una hoja de cálculo
Y así debe ser, que para eso son herramientas distintas. Y, ojo, puede que lo que necesites y quieras es una hoja de cálculo, porque te apetece jugar con los datos. Si es así, Looker Studio no es para ti. Pero, como ya hemos contado, sí que puedes crear tus propias tablas, datos, medias o lo que necesites para que no tengas que rellenar nada. De hecho, hasta puedes exportar cada tabla como hoja de cálculo si te apetece.
Un PDF
Looker Studio no te va a servir si lo que buscas es un documento cerrado en el que no puedas consultar ni corregir nada y que sólo tenga validez para un determinado rango temporal. Pero, de nuevo, es que no es su función principal, aunque sí que te permite transformarlo en PDF y compartirlo con quien sea.
Una herramienta de medición y analítica para redes sociales
Tampoco descubro mucho: Looker Studio no sustituye a algo como Welov, pero es complementario al 100%. Primero, porque las opciones son eternas: puedes crear un Looker Studio muy ejecutivo y dejar Welov para el detalle y el análisis más profundo; centrar toda la actividad en tu dashboard y dejar tu herramienta para un análisis para competencia, Social Listening o seguimiento de hashtags y palabras relevantes o; incluso, montar algo ad-hoc hablando con tus proveedores.
¿Por qué lo recomiendo?
Si has llegado hasta aquí, dos cosas: GRACIAS y deja un comentario con el texto: soy un superviviente y el apocalipsis no es nada para mí después de este post.
A estas alturas del post lo más probable es que sólo quede leyendo esto servidor (por si ve alguna errata) y mi madre que siempre me apoya, pero vuelvo al origen de todo este interminable texto que no es otro que la experiencia personal.
Looker Studio fue la solución que encontré para ganar tiempo efectivo de análisis; enriquecer mi trabajo en ese sentido; dotar de un plus de personalización y conocimiento que no podía obtener de otra forma; y crear un documento mucho más útil y vivo de lo que estaba acostumbrado.
Ahora la pregunta es: ¿es tu solución?
>>>>>>>>>>>>>>>>>>> Por si es que sí. 😉
P.D.: todos los pies de fotos han sido inspirados por José Viruete y Campamento Krypton, auténticos profesionales en este y otros artes.